EL TRASTORNO
ESQUIZOIDE DE LA PERSONALIDAD
Los esquizoides son individuos que viven
tranquilos en su soledad, que desean
fervientemente el aislamiento. No es que se
hayan distanciado de los demás por timidez o por
problemas para relacionarse, sino que
verdaderamente no tienen interés en conocer
gente, en intimar, en disfrutar de compañía.
Suelen dedicarse a trabajos en los que pueden
estar solos el mayor tiempo posible: por
ejemplo, científicos, informáticos,
bibliotecarios, etc.
Estas personas, como
hemos dicho, alcanzan un cierto equilibrio en la medida en que están
libres de interactuar con los demás. El problema es que vivimos en una
sociedad y esta manera de ser no es viable, porque siempre se necesita
un mínimo trato con otros seres humanos aunque sea únicamente para
desenvolverse de una manera adecuada. Por ejemplo, hace falta
interactuar en la mayoría de trabajos, a la hora de hacer gestiones,
para ir en medios de transporte, comprar e infinidad de situaciones que
conllevan relaciones interpersonales, por superficiales que sean. En
dichas situaciones es cuando el esquizoide sufre su problema -aunque él
no lo califique como tal-, porque su tremenda frialdad y su desgana para
interactuar son un auténtico muro en su trato con los otros, que pueden
reaccionar bien con extrañeza, por considerar a estas personas raras o
excéntricas, bien con comprensión o bien de una manera agresiva.
En este sentido, los
esquizoides generalmente han sido víctimas de abusos escolares o
laborales (los famosos "bullying" y "mobbing") por estar solos y por
resultar raros ante los demás, aunque los principales destinatarios de
estos abusos son los individuos con trastorno de la personalidad por
evitación por su timidez y sus sentimientos de inferioridad.
A continuación, reproducimos
literalmente los criterios diagnósticos de la clasificación DSM-IV-TR
sobre el trastorno esquizoide de la personalidad:
Un patrón profundo de desapego social y un rango
limitado de expresión emocional en situaciones interpersonales, tal como
indican cuatro (o más) de los síntomas siguientes:
(1)
no desea ni disfruta de las relaciones íntimas, incluyendo el
formar parte de una familia
(2)
escoge casi siempre actividades solitarias
(3)
muestra poco interés en tener experiencias sexuales con otra
persona
(4)
disfruta con pocas actividades
(5)
es indiferente a la alabanza o a la crítica
(6)
muestra desapego, frialdad o embotamiento emocionales
(7)
carece de confidentes o amigos íntimos distintos a los miembros
de su familia
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